Add parallel Print Page Options

Porque día tras día me buscan,
    y desean conocer mis caminos,
como si fueran una nación
    que practicara la justicia,
como si no hubieran abandonado
    mis mandamientos.
Me piden decisiones justas,
    y desean acercarse a mí,
y hasta me reclaman:
    “¿Para qué ayunamos, si no lo tienes en cuenta?
    ¿Para qué nos afligimos, si tú no lo notas?”

»Pero el día en que ayunáis,
    hacéis negocios y explotáis a vuestros obreros.
Vosotros solo ayunáis para pelear y reñir,
    y daros puñetazos a mansalva.
Si queréis que el cielo atienda vuestros ruegos,
    ¡ayunad, pero no como ahora lo hacéis!

Read full chapter